viernes, 24 de enero de 2014

Cuento adaptado

OJO DE LOBO

Hace muchos años ocurrió esta historia en algún rincón del mundo. Vivía un matrimonio en una casa cerca de las montañas. Eran muy felices con todo lo que tenían, aunque no era mucho, pero se tenían el uno al otro. Su alegría se hizo aun más grande con la noticia de la llegada de su primer hijo. Nació un varón, fuerte y sano.  Este chico fue creciendo, ayudaba mucho a sus padres, pero también era una persona muy deseosa de aprender. Esto le llevó a aprender a leer, a aprender matemáticas, y a relacionarse con todos los vecinos que pudieran enseñarle cosas. Había una escuela en el pueblo a la que el acudía todos los días desde los cuatro años. Era muy feliz con todo lo que aprendía y también con el cariño y el amor de sus padres a los que no dejaba de ayudar en todo lo que era necesario.
Al regresar a su casa uno de los días que venía de aprender del pueblo, se quedó paralizado al ver que su casa había sido devorada por las llamas.  Un trágico accidente había acabado con todo lo que tenían y, desgraciadamente, también con la vida de sus padres.

Durante el entierro de sus padres, el párroco del pueblo le entregó un anillo que había pertenecido a su padre, era un sello con una cabeza de lobo. A partir de ese día se había quedado completamente solo y el chico se debe ir a vivir con su tío, un hombre comerciante y acaudalado que le iba a cuidar desde ese momento.

Con su tío viajaba a lo largo de todo el mundo siguiendo la ruta de la seda que es con lo que comerciaba su tío. Viajaron por países muy diversos, países exóticos y fueron acumulando una gran fortuna. Esto le hizo aprender mucho de la vida y del resto de materias pero, aunque le gustaba mucho viajar y aprender, echaba mucho de menos la tierra en la que había pasado su primera infancia, las amistades y sobre todo, la tranquilidad de tener un lugar fijo en el que vivir. 
Pasados unos años y en uno de los viajes en los que estaban en un lugar lejano y muy frio, el tío le hizo una propuesta que le cambiaria la vida. Le dijo que debía quedarse a vivir en esa zona con el fin de ampliar el negocio con esos países, y debía de viajar a partir de ahora él solo por esa tierra que conectaba una de las rutas en las que su tío quería que trabajara. Su tío era ya mayor y no quería complicarse la vida con nuevos negocios, pero por otro lado quería seguir ampliando su comercio. Esta noticia le pilló de sorpresa y no le gustó nada, primero porque el frio era tremendo, porque era un sitio muy poco poblado y, sobre todo, porque esto ya suponía mantener este tipo de vida, que no era de su agrado, para siempre. El chico discutió con su tío porque no quería por nada del mundo quedarse allí y mucho menos quedarse solo, el tío insistió en que era eso lo que debía de hacer por el bien de la familia y no había discusión posible ya que era joven y tenía que trabajar en lo que le estaba ofreciendo.
El chaval pasó unas horas de mucha tristeza y finalmente aceptó las órdenes de su tío. Le dijo que lo haría pero para ello necesitaba algunas cosas, una de ellas era un buen carro con un par de buenos caballos, una capa que le abrigara mucho y un último regalo de despedida, un colgante con el mismo dibujo que tenía el sello de su padre. 
Con esto el chaval quería ganar tiempo, quería conseguir que su tío no tuviera todas las cosas preparadas y cuando se tuviera que volver a casa, tendrían que volver juntos, y así podría convencerle de no tener que quedarse en aquel recóndito lugar. Sin embargo el tío se dio mucha prisa en conseguir lo que le había pedido, preparó todas las cosas y le comunico que en un par de días se marcharía de vuelta a su casa. El chico estaba preocupado porque se acercaba el día en que su tío se iba a marchar y le dejaría allí solo para siempre.
Cuando vio que ya no iba a tener escapatoria, una noche decidió coger todas las cosas y marcharse de allí hacia otro lugar. Le había dejado una nota a su tío agradeciéndole todo lo que había hecho por él durante estos años, y pidiéndole perdón por actuar de esta manera, sin embargo no podía aceptar la decisión que había tomado su tío de estar en un sitio tan lejano y apartado absolutamente de todos sus seres queridos por el resto de su vida.
Se marcho con su carro rumbo al sur a países más cálidos vestido con su ropa y la capa que estaba realizada con restos de tela. Algunas noches más tardes, se partió el eje de las ruedas del carro y tuvo que continuar su aventura a caballo, con el otro caballo como animal de carga con las pocas pertenencias que le quedaban. Poco a poco se fue quedando sin dinero, vendió los caballos y todo lo que le quedaba de valor, estaba agotado porque llevaba ya muchos días y noches andando.
Llegó a un pueblo en el que hablaban una lengua que no había escuchado nunca en los viajes que había realizado con su tío, era una lengua extraña y no iba a conseguir entenderse con nadie, por lo que nunca hablaba. Pero por otro lado pensó que era un buen sitio para quedarse ya que era difícil que llegara a oídos de su tío que estaba allí.
Cansado ya y hambriento fue a buscar trabajo a la casa del noble del pueblo, donde comenzó a trabajar limpiando las cuadras. Nadie le entendía por lo que la gente le puso un mote “ojo de lobo” por el anillo que llevaba en el dedo. Poco a poco, y gracias a que estuvo escuchando continuamente a la gente que trabajaba con él, empezó a aprender y a comprender el idioma. Esto le hizo muy feliz porque se iba a poder relacionar ya con las personas de ese pueblo.
Muchos días mientras trabajaba, veía a una muchacha que iba a coger agua al pozo de la finca. Era una chica muy guapa y le miraba también cada vez que llegaba al pozo.
Ojo de Lobo cada vez estaba más integrado con sus compañeros, sobre todo con el capataz que le había enseñado todo lo que sabía. El día de la fiesta del pueblo, toda la gente salía a bailar, y el chico se entero pero no sabía qué hacer. Le dijo al capataz que quería ir al pueblo a la fiesta, pero sabía que debía estar pronto de vuelta ya que al día siguiente había una cacería y el noble quería salir a cazar, por lo que los caballos debían estar perfectamente preparados a primera hora de la mañana. Ojo de Lobo le dijo que no había ningún problema, que confiara en él y que iba a estar a primera hora ayudando en todo lo necesario antes de la cacería.
El chico se fue a la fiesta, era todo alegría, bailó con los amigos y bailó también con la chica del pozo por lo que se sintió muy feliz. En un momento del baile, le mete el anillo en el bolsillo del abrigo sin que la chica se enterara. Con toda esta alegría no se dio cuenta de que se estaba haciendo tarde y estaban a punto de cerrar las puertas de los establos por lo que llegaría tarde para cepillar a los caballos. Echó a correr y cuando llegó a los establos el capataz estaba casi cerrando las puertas y enfadado con él, “te dije que te necesitaba”, “teníamos que acabar todo y lo he tenido que hacer casi todo yo solo”. Terminaron y se fueron a dormir. Al día siguiente el capataz y un grupo de hombres se fueron de cacería con el noble. El se levantó y se dedicó a sus tareas de limpieza pensando si al chica se habría dado cuenta de que tenía el anillo en el bolsillo.

Al cabo de algunos días, la chica del pozo aparece en las cuadras, se acerca a él con los mofletes enrojecidos y con el anillo en la mano, y le dijo “¿esto es tuyo verdad?”, “¿se te cayó en el bolsillo de mi abrigo?”. El chico cogió el anillo, y le dijo: “no, lo puse yo allí para que, si venias a devolvérmelo, es porque te habías fijado que era mío, entonces me quedaré otra vez con el si tu a cambio aceptas este regalo”. Entonces saco de su bolsillo el colgante que su tío le había dado y se lo puso a ella en el cuello. Mirándole a los ojos le preguntó “¿lo aceptas?”, ella le dijo “Si, me encantaría”. De esta manera comenzó una de las historias de amor más bonitas basada en el respeto mutuo, el cariño, la compenetración y el amor que se tenían. 

FIN



Esto es la adaptación de un cuento titulado “Toda clase de pieles” que me han contado en clase y además he leído otra versión diferente, la de Los Hermanos Grimm. El cuento lo he adaptado para niños de segundo ciclo de primaria, porque ya empiezan a tener edad de querer hacer cosas fuera de su núcleo familiar.

En el cuento que he adaptado las cosas que se han cambiado son:
·       La chica esta cambiada por un chico
·       Sus padres no son reyes, sino plebeyos, aunque luego tenga una buena posición económica al vivir con su tío
·       No muere solo su madre sino que fallecen ambos padres
·       Su infancia está marcada por los viajes con su tío y no la pasa en un palacio.
·       No le imponen un matrimonio sino un tipo de vida y un establecimiento de su hogar
·       Al igual que en el otro cuento, anda durante mucho tiempo para escapar de su familia y la vida que le querían imponer
·       Escapa y consigue llegar al pueblo por sus medios, no le descubre nadie en su huida
·       Se pone a trabajar limpiando cuadras, no en las cocinas aunque también es un trabajo humilde
·       No habla, no porque no quiera hablar, sino porque no conoce el idioma
·       Le apodan por el anillo, no por el abrigo, aunque también es un símbolo que iba con el
·       El encuentro de los enamorados es en una sola noche
·       El regalo es solo de un colgante, pieza también importante para el
·       Ninguno de ellos son príncipes, son personas del pueblo normal y saben que tiene la misma posición social.

·       El final sigue siendo feliz para los protagonistas, con un final cerrado





Álvaro Miranda Guerra

1 comentario:

  1. Muy original, ya que la mayoría de nosotros nos hemos basado en reyes, reinas, princesas y castillos.
    Se adapta muy bien a tu personalidad.
    ¡Buen trabajo! sigue así ;)

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